El romance entre el multimillonario Jeff Bezos y la ex presentadora de televisión Lauren Sanchez empezó envuelto en escándalo y acabará en una boda extravagante en Venecia, punto culminante de una transformación personal y profesional.

Ambos estaban casados cuando comenzaron a salir en secreto antes de 2019.

En enero de ese año, Bezos y su entonces esposa MacKenzie Scott anunciaron su divorcio y su intención de seguir siendo «amigos».

Bezos, que tiene la cuarta fortuna del mundo, conoció a Scott en 1992 cuando ambos trabajaban en un fondo de inversión en Nueva York. Dejaron sus trabajos para cofundar Amazon en un garaje alquilado.

Alrededor de 200 personalidades acudirán esta semana a Venecia en yate o jet privado para participar en la suntuosa boda del fundador de Amazon, Jeff Bezos, acusado por algunos habitantes de invadir la ciudad italiana.

El millonario de 61 años y su futura esposa, la periodista Lauren Sánchez, de 55 años, gastaron millones de dólares para casarse en la Ciudad de los Canales. La fiesta empezará el jueves y terminará el sábado con una ceremonia en un lugar secreto por motivos de seguridad.

¿Donde será la boda de Jeff Bezos?

La boda podría celebrarse en la iglesia de la Misericordia o en el Arsenal, los magníficos edificios de ladrillo rojo del antiguo astillero naval de cuando la flota veneciana dominaba el Meditarráneo.

Protesta contra la boda de Bezos:

Según la prensa italiana, Bezos (61 años) y Sanchez (55 años), ambos divorciados, habrían reservado completamente los hoteles más lujosos de la ciudad para acoger a sus prestigiosos invitados: desde Leonardo DiCaprio a Ivanka Trump, pasando por Mick Jagger, Oprah Winfrey, Orlando Bloom o Kim Kardashian.

Al menos 95 aviones privados pidieron permiso para aterrizar en el aeropuerto de Venecia Marco Polo, según el diario italiano Il Corriere della Sera.

El megayate de Bezos, el Koru, fondeará ante la isla de San Giorgio Maggiore, situada justo en frente de la célebre plaza San Marco y que habría sido alquilada en su totalidad para esta fiesta.

Este derroche de lujo suscitó polémica en Venecia, donde parte de la población teme que los invitados hagan todavía más inhabitable una ciudad ya invadida por los turistas.

En temporada alta, unos 100 mil turistas duermen a diario en la ciudad, a los que hay que sumar decenas de miles de visitantes diarios, muchos de ellos desembarcados de enormes cruceros. Al mismo tiempo, la población local está en caída libre.

Hace 11 años, la ciudad acogió la boda del actor estadunidense George Clooney pero ese enlace no generó debate. Sin embargo, Bezos, uno de los hombres más ricos del planeta, es una figura más controvertida, en parte por las críticas a las condiciones laborales en Amazon.

La huella de carbono de los invitados también causa polémica. Greenpeace, por ejemplo, no deja de denunciar las enormes cantidades gastadas en este enlace mientras el frágil equilibrio de Venecia «se hunde bajo el peso de la crisis climática».

Sigilo ante las protestas

Lauren Sánchez también fue criticada por haber participado en abril en un vuelo espacial organizado por la sociedad aeronáutica de Bezos, Blue Origin, después de afirmar que iba a hacer más para luchar contra el calentamiento global.

El lunes, un grupo de activistas desplegó una pancarta gigante en la plaza San Marco con una foto de Bezos riendo acompañado por el mensaje: «Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos».

Erigida a lo largo de los siglos en islotes en una laguna, Venecia implementó un controvertido billete de entrada para los visitantes diarios, pero algunos reclaman políticas más ambiciosas para luchar contra la crisis de la vivienda y demográfica en la ciudad.

Al frente del movimiento «No space for Bezos» (Sin lugar para Bezos), Tommaso Cacciari, de 47 años, denuncia en declaraciones a AFP «el uso de Venecia como si fuera una sala de baile privado, más que una ciudad real con sus habitantes, su fragilidad y sus problemas».

Este tipo de eventos «condenan Venecia a una muerte segura», expulsando a los habitantes que todavía resisten, denuncia. Los críticos al acontecimiento están dispuestos a aguar la fiesta lanzando «sus cuerpos, sus barcos y sus animales hinchables» a los canales al paso de los invitados, advierte.

SNGZ





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