Hélmer ‘Pacho’ Herrera no solo fue uno de los principales líderes del Cártel de Cali. Su nombre, aunque menos mediático que el de los hermanos Rodríguez Orejuela, estuvo ligado a una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas del mundo en los años noventa.

Refinado, discreto y meticuloso, Herrera se movía en un bajo perfil que contrastaba con el estilo explosivo de quienes formaron parte de las filas de la organización criminal de Medellín

Pero más allá de su papel como cerebro financiero del cártel, su figura ha sido objeto de interés por otro motivo: se le considera uno de los pocos narcotraficantes abiertamente homosexuales en una época donde esa orientación podía significar una sentencia de muerte.

Su vida, marcada por el lujo, el secreto y la violencia, terminó abruptamente en una prisión de máxima seguridad en 1998. En MILENIO te explicamos quién es.

El capo que se entregó

Hélmer Francisco Herrera Buitrago nació el 24 de agosto de 1951 en Palmira, ciudad colombiana ubicada en el Valle del Cauca.

Reportes periodísticos locales refieren que estudió mantenimiento técnico y poco después, a principios de los años 70, se mudó a Nueva York para trabajar como mecánico industrial.

En el país de las barras y estrellas, Pacho Herrera comenzaría en el negocio de las drogas, específicamente en la distribución de cocaína. Como consecuencia de ello, en 1978 fue detenido y sentenciado a cumplir un año en prisión.

Bloques con cocaína | Especial
Bloques con cocaína | Especial

En la década de los 80s, Herrera Buitrago conoció a los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, identificados como los fundadores del Cártel de Cali, quienes realizaron negociaciones con Pacho Herrera para suministrar y distribuir cocaína en las calles de Nueva York.

Por más de una década, Herrera Buitrago trabajó bajo la representación del Cártel de Cali. Sin embargo, sus actividades lo volvieron blanco no solo de las autoridades, sino también de otras organizaciones criminales y narcotraficantes, como Pablo Escobar, fundador y líder del Cártel de Medellín, con quien aseguró tenía una intensa rivalidad.

Así, el 1 de septiembre de 1996, Pacho Herrera decidió entregarse. Juzgado por narcotráfico, fue condenado el 19 del mismo mes y año a 14 años de prisión por tráfico de drogas, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

El asesinato de Pacho Herrera

Pacho Herrera perdió la vida luego de ser atacado con un arma de fuego en siete ocasiones. Los hechos sucedieron el 5 de noviembre de 1998 en el centro penitenciario de Palmira, donde cumplía su sentencia.

La persona identificada como responsable fue un abogado, quien cometió el crimen mediante se disputaba un partido de fútbol en una las canchas de la cárcel.

Las autoridades concluyeron que el asesinato fue ordenado y orquestado por el Cártel del Norte del Valle.

¿Qué se sabe de su orientación sexual?

De acuerdo con reportes periodísticos, como el del periodista José Guarnizo, Pacho Herrera era abiertamente homosexual. En su libro «La Patrona de Pablo Escobar» lo describe como «uno de los pocos homosexuales que ascendió en la pirámide de la mafia».

Por otra parte, destaca que en la mayoría de trabajos periodísticos de aquella época se destacaba su pulcritud y vanidad. Incluso se cree que se sometió a diversas cirugías estéticas para cambiar su rostro.

El Cártel de Cali: la otra cara del narcotráfico en Colombia

El Cártel de Cali fue una poderosa organización criminal que dominó el narcotráfico en Colombia durante las décadas de 1980 y 1990, compitiendo directamente con el Cártel de Medellín.

Fundado por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, operaba con una estructura más empresarial y discreta que sus rivales, enfocándose en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.

Su influencia llegó a niveles políticos y económicos antes de su desmantelamiento por parte de las autoridades colombianas en la segunda mitad de los años noventa.

RMV.



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