El 18 de junio de 2023 la implosión del sumergible Titán conmocionó a todo el mundo. Una tragedia de la ciencia que dejó como saldo cinco víctimas mortales.

Oceangate, la empresa del magnate Stockton Rush, había sido noticia durante más durante 10 años desde el anuncio, construcción, difusión y promoción del sumergible que buscaba como meta llegar a donde muy pocos lo habían hecho, al principal sitio turístico en el fondo del mar: los restos del Titanic.

Titán el desastre de Oceangate ya está disponible

Años atrás, la inmersión de James Cameron, el cineasta que hizo la biopic del transatlántico más famoso del mundo, fue la noticia que atrajo a los exploradores.

Titán y sus tripulación se sumergió a los 4 kilómetros de profundidad, a 400 millas náuticas de la costa de Terranova, en Canadá, y ahí fue su tumba.

“Qué fue ese ruido”, es el eco de una de las víctimas que enlutó al mundo en una de las últimas grabaciones del sumergible.

Ahora en Netflix detalla, en lo que palabras del Gran Gabriel García Márquez, fue la Crónica de una Muerte Anunciada, la tragedia evolutiva en manos del CEO de Oceangate Stockton Rush quién vio en cada oportunidad de evitar seguir los protocolos, alternativas que lo llevaran a su objetivo era la inmersión turística.

Titán el desastre de Oceangate, es un documental estrenado en la plataforma de streaming con duración de una hora 51 minutos de revelaciones, en voz de muchos de los colaboradores de la empresa, testigos, investigadores, cuáles fueron todas las alertas que preveían que ocurriría un desastre como el del 18 de junio.

Foto: Netflix
Foto: Netflix

Los ingenieros que alertaron de las imperfecciones por utilizar la fibra de carbono en un proyecto en el que había colaborado en sus inicios la empresa Boeing, hoy en el ojo del huracán tras el accidente del Air India.

Un trabajo periodístico

Este trabajo periodístico presenta que los principales problemas técnicos que sufrió Titán, no solo el día de la implosión, sino en las pruebas, sus primeras inmersiones, incluso ya en las primeras expediciones con tripulación pagada, fueron producto del narcisismo del millonario.

Incluso una demanda en contra de Oceangate por David Lochridge, quién había sido el jefe de operaciones desde el inicio del proyecto y quién advirtió de la debilidad estructural del Titán y otras deficiencias técnicas que hacía riesgosas la expediciones y que fue cesada por la presión de Rush y la apatía de las autoridades.

hc



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