Si para alguien trabaja Marilina Bertoldi en su quehacer musical, definitivamente no es para un algoritmo o tendencia. Es su mente, inquieta y perspicaz, la que la orienta. Basta escuchar las 10 piezas de su nuevo álbum, Para quién trabajas vol. 1, para saberlo. 

«Nunca los miro mucho — dice la cantante argentina a MILENIO. Se refiere a los números, pues son tiempos donde lo cuantitativo permea la industria musical global —. Me empezaron a interesar con este disco, que trabajé con Sony, porque al momento de negociar tu contrato son tu carta de presentación; de repente me encontré con números y algoritmos, qué sé yo. Pero creo que la música tiene distintos consumos«. 

Sentada frente a su computadora — la llamada es vía zoom desde Argentina — ahonda en el tema: «Los número son para tomarlos con pinzas, la gente debe empezar a leerlos mejor para juzgar lo que pasa. Porque hay artistas increíbles, que la rompen, venden muchos tickets, y tienen números normales«.

Para quién trabajas vol. 1 salió del horno el pasado 20 de mayo, un día que «fue hermoso», recuerda Marilina, porque «estaba en una escucha con un montón de gente». Aunque al día siguiente «me agarró un poco de depresión, me puse un poco de luto, sentí que todo mundo se paseaba a mi bebé… Pero bueno, ya es de todo el mundo menos mío, acostumbrándome a ese sentimiento.

De los comentarios que ha provocado el álbum y todo lo que de él se desprende — el videoclip del tema El Gordo, que satiriza la banalidad del mundo del espectáculo, generó un acalorado debate en redes —, la artista dice: «Hace tiempo ya no me afecta ni lo bueno ni lo malo, como que estoy un poco anestesiada de todo eso y me dejo guiar más por los hecho y mi sentir; si siento que algo no va, no va más». 

«Creo que es un cambio de época que todo mundo está haciendo: la opinión de las redes y demás no es lo mismo que hace 5 años».

Revela que para este material, que la ha llevado a ostentar más de 329 mil oyentes mensuales en Spotify, realizó una «búsqueda» de «todo lo contrario a la madurez para safarme de estructuras que me había generado, ir a lugares más de juego… Quizá la madurez está más de lado de conocerme y respetar mis sentimientos».

En lo técnico, Para quién trabajas vol. 1 se diferencia de sus  antecesores — Mojigata (2022) y Prender un fuego (2018) — en que aquí las canciones fueron casi en crudo, la idea primigenia sin mayores modificaciones. «Un sueño era poder grabar las maquetas, hacerlas en mi computadora y que eso sea el disco; inmediatamente que compongo, sacar eso», explica.

Algunos medios, en sus reseñas, han comparado el sonido de ciertos temas del álbum con Charly García y Luis Alberto Spinetta. Y la cantante, que conoce a fondo el ADN musical local desde antes de formar parte de la Connor Questa, coincide: «Es una declaración de principios: va a sonar al rock nacional que me gusta. Ese fue el germen compositivo del disco».

Aunque aclara: «Creo que el rock argentino necesita una lavada de cara, y para eso hay que encontrar la manera de hacerlo porque no es fácil. Esta es mi propuesta en una época en que la música se consume de cierta manera, hay una intencionalidad para utilizar beats y no baterías tocadas. Acá quiero que todo el tiempo tengas la misma amplitud de volumen y que las distintas intensidades se den por otras cosas«. 

«Me vienen comentando algo bastante acertado: el disco no es críptico; logré ese punto donde hago mis caprichos, lo que me divierte, pero a la vez extiendo la mano y trato de hacerme entender. Incluso que me etiquetan en Instagram es un gran termómetro para mí; me pasa que lo están compartiendo más que otros discos, entré en ese formato (de redes)». 

— ¿Cuál es la historia detrás de Monstruos, tema que cierra el disco con un matíz más oscuro?

— La compuse en la semana posterior en la semana posterior a que acá sucedieron tres lesbicidios; mataron a tres lesbianas por ser lesbianas en Barracas. Un hombre, mientras dormían, prendió fuego a la casa. Fue una época muy dolorosa. Una cosa son los comentarios homofóbicos en redes y otra los hechos ya de ir contra la integridad. Fue oscuro y ahí hablé de lo que me estaba agotando el todo tiempo teniendo que correr y protegerme de monstruos. Es un grito de miedo y desesperación. Por eso cierra el disco, es mucho más personal.

Tras contar la historia detrás de Monstruos, Marilina confiesa que la música, en su percepción más personal, le resulta una herramienta de unión: «Es un canto común, una convicción cantada entre personas que quizá se sienten aisladas. Es una red que se empieza a armar a partir de un discurso. Es un lugar de encuentro».

Entonces, ahonda en su actualidad creativa, donde muestra desparpajo y curiosidad, pero también ganas de explorar y abanderar ciertos temas: «Me gusta ser mi propia jefa, sentir que puedo hacer lo que me proponga dentro del estudio. Me hace sentir bien no depender de nadie, mis cosas son mías porque me esforcé mucho tiempo en hacer lo que hago. Obviamente hay algo de la conexión con otras personas; yo vengo de sentirme sola en algunos aspectos, como que me alejo de la gente, y encontrar a otras personas que piensan como yo y se unen gracias a mis shows, eso me hace sentir bien».

Reciéntemente anunció que Para quién trabajas vol. 1 va a tener su presentación oficial en el Estadio Malvinas Argentinas el próximo 8 de noviembre. Por lo que surge la duda: ¿Y en México cuándo?

«Tengo dos fechas casi confirmadas, una para este año y otra para la que viene. ¡Siempre quise ir! Me encantan los tacos, las micheladas, soy fan del picante. Además, se habla de los mexicanos como el mejor público del mundo«, confiesa.

hc



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