Barcelona y Real Madrid vuelven a verse las caras este domingo en El Clásico de LaLiga, un juego que puede condicionar quién será el campeón de España. Cuarto encuentro de la temporada entre ambos clubes que podrían regalar un partido memorable.
El duelo de Montjuic tendrá mucho peso anímico, sobre todo del lado del Barcelona, el conjunto catalán llega con el corazón maltrecho después de haber acariciado la final de la Champions y que se le escurriera por los gallos en defensa.
Además, los culés llegarán con el cuerpo tieso después de que el Inter lo llevara a una prórroga extenuante el pasado martes. Traen los blaugrana muchos kilómetros en los pies y ahora el factor anímico está en contra de ellos, un punto que podría explotar el Madrid ha estirado la competición y se agarra con las uñas al único título al que puede aspirar.

Dominio culé
El Barça le ha dado golpes contundentes al madridismo, al que no le ha valido la llegada de Mbappé para doblegar al pelotón de Hansi Flick, al contrario, el francés se ha ido con el ceño maltrecho después de cada encuentro contra los catalanes.
En la primera vuelta, en el Santiago Bernabéu, el Barça fue a ofrecer una exhibición, salió a jugar a tumba abierta, primero, desquició al Madrid en el fuera de juego y después lo noqueó a punta de goles. Un 0-4 que dejó cariacontecidos a los blancos.
En enero se cruzaron en la final de la Supercopa de España, y en Arabia, el Madrid volvió a darse cuenta que su rival más importante había recuperado el gen competitivo, cuando sonreía por haberse puesto en ventaja con un gol de Kylian, la respuesta catalana fue gol a gol. El título acabó en las manos de los culés con un 5-2 irreprochable. Otro baño de futbol y el Madrid de Ancelotti no encontraba la manera para cortar la sangría.
Tampoco dio con ella el Madrid en la final de la Copa del Rey hace apenas un par de semanas, aunque fue el duelo en el que mejor rostro ofrecieron los merengues, cuando los blancos tenían ya una mano sobre el trofeo, el orgullo culé alcanzó el empate y en la prórroga un gol de Kounde dejó en la lona el esfuerzo madridista que incluso acabó el partido derramando bilis.

Punto de quiebre
La eliminación del Barcelona en las semifinales de la Champions fue un golpe emocional muy crudo para los culés, porque sintieron que estaban cerca de pelear por otro triplete, porque tenían la ilusión de llegar a Múnich, dejaron el alma en el intento, pero sucumbieron ante el Inter en un partido de mucho desgaste físico y mental.
Habrá que ver cuánto logra recuperarse el conjunto catalán de ese descalabro. El Madrid llegará un poco más fresco, pero con diversas bajas en defensa. Si hay un día para que los merengues metan presión en la liga es este domingo. Si los catalanes ganan el título estará casi en la bolsa, el empate dejaría todo vivo hasta el final y el triunfo blanco augura un ‘foto finish’.

CIG
Comentarios